El mes de Octubre es mi preferido del año.Aunque aquí en Sevilla normalmente sigue haciendo calor de día, la iluminación del Sol y los colores ocres de la vegetación, hacen sentir visualmente la llegada del Otoño.Esta estación es para mi la más propicia para meterte en la cocina y deleitarme con la elaboración de bizcochos y pastitas.Ya pronto llegará Halloween, una celebración que creo, cada año consigue más adeptos en España y es que nos debemos empapar de todo lo que festivamente hablando sea positivo y nos aporte nuevas experiencias y sabores.El Otoño es una estación que nos aporta un sinfín de materiales para la elaboración de recetas en nuestra cocina, es el momento de llenar la despensa de cara al invierno.Las viejas costumbres vuelven.Los frutos de esta estación se convierten en mermeladas, gelatinas, licores, dulces...
El hombre no puede olvidar su pasado cazador -recolector.Es algo que se encuentra en nuestra memoria genética.durante miles de años la raza humana sobrevivió recolectando bayas y frutos en la naturaleza, porque, sólo de vez en cuando, tenía la suerte de consegir alguna pieza de caza.
En Otoño cuando paseamos por el campo, todos hemos sentido la irresistible tentación de probar esos frutos magnificamente expuestos al aire y al sol, dotados de una explosión de colores rojos, amarillos, morados o anaranjados.
Ya se han perdido alguna de las costumbres y tradiciones de conservar y almacenar todos esos frutos como despensa de invierno, pero creo que poco a poco este hábito se vuelve a regenerar y volvemos a contemplar en nuestras alacenas botes llenos de conservas de distintos colores, dónde se almacenan, no sólo los frutos del otoño, sino también los del verano; pimientos, tomates y mermeladas de frutos veraniegos como la ciruela y el melocotón.
Embriagado de otoño he preparado un bizcocho con un fruto que esta época está en todo su esplendor; las nueces.Un fruto seco lleno de propiedades para nuestro organismo y con un elevado nivel energético.Las nueces no sólo se consumen en crudo o en elaboración de bizcochos y platos diversos de la cocina.Su uso está también destinado a la elaboración de licores, aceites bronceadores, tinturas capilares.Las hojas del nogal tienen propiedades antidiarreáticas y con las semillas se pueden hacer mascarillas suavizantes.
Ingredientes:
- 7 tazas de leche
- 5 tazas de azúcar
- 4 tazas de aceite de girasol
- 32 gr de levadura
- 500 gr de harina
- 150 gr de nueces peladas
- 50 gr de pasas sin semillas
- ralladura de 2 rodajas de naranja confitada o natural
- 2 cucharadas de canela molida
- 1 cucharada de jengibre molido
- 1 pizca de clavo
- 1 pizca de anis estrellado
- 1 pizca de nuez moscada
- Azúcar glass para decorar
- Glaseado de chocolate para decorar (opcional)
- Margarina y harina para engrasar el molde
Elaboración:
1 Macerar las pasas durante 10 minutos en brandy o ron añejo.
2 Precalentar el horno 180ºC.Triturar la naranja confitada.Mezclarla con la harina,la levadura y las especias machacadas previamente en un mortero.
3 Escurrir las pasas y mezclarlas con las nueces troceadas.
4 En un bol aparte, mezclar con varillas el aceite, la leche y el azúcar.Añadir los ingredientes secos y mezclar hasta integrar y conseguir una pasta homogénea.Incorporar la mezcla de pasas y nueces.
5 Engrasar y enharinar un molde de 28x20x5 y verter la mezcla conseguida.Hornear a 180ºC durante 40-50 minutos.Pinchar con un palillo el bizcocho para comprobar su perfecta cocción antes de retirarlo del horno.
Una vez hornado retirar a una rejilla, dejar enfriar y espolvorear con azúcar glass o glasear con chocolate.El resultado es un bizcocho compacto con un aroma que nos va recordando a la Navidad por llegar.
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