Albóndigas marineras

Deliciosas albóndigas con una textura muy suave y muy aromáticas, que podeís elaborar con el tipo de pescado que más os guste, incluso podeís aprovechar cualquier resto que tengaís en el congelador y que no os dé juego para elaborar un plato por sí solo, en mi caso he usado merluza, salmón y palitos de cangrejo, pero quedarán igualmente deliciosas o más, con gambas, rape o langosta si la teneís a mano. Como guarnición un arroz aromático salteado en un poquito de aceite, con lo que conseguimos un plato ligero, completo y muy sabroso. ¿Os apuntaís?



Cogemos porciones de la masa preparada anteriormente y vamos formando las albóndigas del tamaño que más nos gusten.
Rebozamos las albóndigas en harina y las vamos friendo en una sartén con aceite de oliva hasta que se doren levemente, ya que se terminaran de hacer junto a la salsa. Las vamos pasando a un recipiente con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.




En una cacerola grande, ponemos un dedo de aceite de oliva y pochamos el diente de ajo picado y las cebollas troceadas hasta que se doren un poquito.
Incorporamos la zanahoria en rodajas, rehogamos un poco y añadimos el tomate sin piel y troceado. Salteamos unos 3-4 minutos. Retiramos a un vaso de batidora y este conjunto lo trituramos para que la salsa quede más fina.

En la misma cacerola y con un pelín de aceite, añadimos las dos cucharadas de harina y tostamos ligeramente. Añadimos la salsa triturada, removemos muy bien hasta que no queden grumos de harina e incorporamos el vino blanco y dejamos reducir durante un par de minutos. Añadir el zumo de limón y remover.

Añadimos ahora el caldo de pescado y las albóndigas fritas y cocinamos el conjunto durante 15-20 minutos con la tapadera quitada para que la salsa quede espesita.





Servimos con un arroz aromático, salteado ligeramente en un poco de aceite de oliva.