Pollo a la miel

Este pollo está hecho con una tentadora salsa a la mostaza, un toque suave con tonos picantes, sin contar la diferencia que la siempre exquisita miel puede hacer por cada plato. 
Podeis sorprender con esta receta que no requiere mayor esfuerzo en la preparación, sólo hay que darle tiempo al horno para que logre esa cocción que dejará a todos con un buen sabor de boca, y en especial a los amantes del sabor agridulce, sabor que, por otra parte, podeís contrastar con la delicada textura de las Coles de Bruselas junto a la frescura y jugosidad de los tomates cherry.

Este plato puede servirnos como una excelente cena o almuerzo en fechas señaladas y si sustituímos el pollo por cordero lechal o cochinillo, conseguiremos una receta de lo más festiva, sin grandes esfuerzos, solo a tener en cuenta, el incrementar los ingredientes y los tiempos de horneado.



Y antes de ponernos el delantal, quiero dar las gracias a Elisa, que muchos ya conoceís y si no, me gustaría que os pasaseís por su blog  que no te falte un perejil y de esta manera disfrutar no solo de recetas de lo más variopintas, sino también de su simpatía y buen hacer. Como decía, gracias Elisa por haberme concedido este premio que elogia a los seguidores de un blog y como no podía ser de otra de manera, y a riesgo de incumplir alguna regla, quiero otorgarlo a todas y a cada una de las personas que os interesais por mis recetas y visitaís cuando podeís esta cocina.

Precalentar el horno a 200ºC.

Secar bien el pollo. Engrasamos con aceite trozos de papel de aluminio lo suficientemente grandes para envolver los trozos de pollo y colocamos éstos sobre el papel con el corte hacia abajo.

Mezclamos la miel con la mostaza, el curry, la sal y untamos con esta salsa los contramuslos de pollo.



Envolvemos con el aluminio, dejando flojo el envoltorio y cerrando bien los paquetes.

Colocamos sobre la rejilla del horno, teniendo la precaución de poner debajo de ésta, una cazuela o la misma fuente del horno protegida, por si gotea. Asamos 30-40 minutos.

Pasado este tiempo, sacamos del horno con cuidado los paquetes de pollo y
les retiramos el aluminio, volcando la salsa sobre un cacito.

Ponemos de nuevo los contramuslos en la rejilla y los impregnamos de salsa con la ayuda de una brocha de silicona.
Horneamos de nuevo 20 minutos más a 170-180ºC, hasta que queden crujientes y dorados. Mientras tanto, ponemos la salsa sobrante a reducir a fuego bajo y si os gusta más el sabor dulce, añadirle 1 cuchara de miel.

Servir los contramuslos bien calientes e impregnados de la salsa reducida, acompañado de un arroz con apio y pasas, ensalada o verduras y porqué no, con unas crujientes patatas fritas o arrugás como en la receta de hoy.




Podeís sustituir el papel de aluminio por bolsas de plástico o papel especial para asar en el horno y agregar vino blanco en su interior. Una vez cerrada la bolsa, pinchar ésta para que salga el vapor. Luego colocamos en la parrilla del horno y asamos.

O si os apetece lonchear el pollo y servirlo acompañado de un arroz con apio y pasas: ¡¡¡¡ está delicioso!!!!