Este plato es otra receta de reminiscencias sefardíes, una gastronomía en la que el repertorio disponible es denso y sumamente delicioso. En esta cocina, precursora junto a la morisca de nuestra cocina actual, solemos encontrar entremezclados, el dulce aroma con el salado bocado y que, casi por arte de magia, nos transportan a otros mundos.
Estas sorpresas de patata resultan de lo más deliciosas en todo su conjunto: textura exterior crujiente, un relleno de jugosa carne especiada y asentada sobre un lecho de pisto caramelizado, de verdad, no dejeís de probarlas.
Para las patatas
4 patatas con piel
1 yema de huevo
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharada de margarina
Ralladura de 1 limón
Sal, pimienta y nuez moscada
Para el relleno de carne
½ kg de carne picada
1 cebolla
1 puerro
1 diente de ajo, sal, pimienta, mejorana, nuez moscada
1 huevos duro
6 dátiles deshuesados
1 dl de aceite de oliva
Para el pisto
1 tomate grande
1/2 pimiento rojo
1 pimiento verde
1/2 calabacín
1 cebolleta
150 gr de tomate frito
2 cucharadas de miel
1 cucharadita de jengibre molido
1/2 cucharadita de pimentón molido picante
Sal
Aceite de oliva
Semillas de sésamo tostadas
Relleno de carne
Refreír la cebolla picada, el puerro y el ajo laminado en el aceite.
Añadir la carne picada. Condimentar con sal, pimienta, mejorana, nuez moscada.
Agregar 1 vaso de agua, remover y dejarlo consumir.
Picar el huevo duro y añadirlo a la carne. Dejamos templar mientras preparamos el pisto.
Pisto caramelizado
Incorporamos el pimiento rojo troceado y dejamos que se dore unos 5-7 minutos a fuego suave. Ahora añadimos el pimiento verde y el calabacín troceados, salteando solo unos 2 minutos antes de agregar el jengibre molido y la miel. Rehogamos brevemente y añadimos el tomate frito y la sal. Dejamos cocer a fuego suave unos 10 minutos. Pasado este tiempo, incorporamos el pimentón molido y reservamos.
Mientras tanto, seguimos con la elaboración de nuestra receta. Antes de terminar de hacerse el pisto, nos liamos con las patatas.
Puré de patatas
Hervir las patatas con piel y sal. Una vez cocidas se quita la piel en caliente.
Pasar por el pasapurés o aplastar con un tenedor. Condimentar con pimienta molida, nuez moscada, ralladura de limón, sal fina, cucharada de aceite y el pan rallado.
Preparación de las sorpresas de patatas
Formar unas bolas y aplastarlas suavemente con las manos. Ponemos un poco de relleno dentro. Cerrar las bolas. Envolverlas con pan rallado muy fino y pasarlas por clara de huevo. Freír en abundante aceite de oliva y retirar el exceso de grasa en una fuente cubierta con papel absorbente.
Emplatado
Servimos cada sorpresa de patata sobre un poco de pisto caramelizado espolvoreado con sésamo tostado y adornamos con el otro huevo cocido y troceado.
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