Aunque se elaboran durante todo el año, es en Carnaval cuando adquieren mayor protagonismo junto a los frixuelos (pinchando en el enlace los encontrareís de plátano y soja) en cualquier merienda o sobremesa por estos lares.
Existen dos variedades de este dulce, las casadiellas de masa, que se hacen fritas, y las de hojaldre, que se cocinan al horno. Quizás sea más tradicional la de masa frita, con el aceite ligeramente aromatizado, lo que le aporta a su masa un sabor muy especial.
La de casadielles que nos habremos comido durante los dos maravillosos años que estuvimos viviendo en Oviedo, todas riquísimas las probases donde las probases, aunque debo hacer mención especial a las que preparaba la mujer de Gilo, una casa reconvertida en mesón de montaña cercano a la mina donde trabajaba por entonces, concretamente en una pequeña aldea llamada Carraspientes y rodeada de preciosos paisajes de montaña, donde conocí y disfruté la comida asturiana en todo su esplendor, ya que esta mujer (no recuerdo su nombre) y su marido Gilo, antiguo minero reconvertido en mesonero, elaboraba toda clase de exquisiteces pero de la manera más casera y tradicional posible, tanto potajes, carnes a la brasa o una repostería que hacía entrar en un éxtasis absoluto, incluso el café era de pote como no podía ser de otra manera, regado con un buen orujo casero que hacía de reconfortante justo y necesario para volver a la dura faena de la mina. Esta receta de casadielles, me la dio precisamente la mujer de Gilo y no sé si será la que ella elaboraba, pero debo confesaros, que están para tomar más de una y con un sabor a anís delicioso.
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Aunque con mucho retraso, quiero aprovechar esta dulce receta para agradecer de corazón el detallazo de haber sido premiado por los blogs que a continuación detallo y por supuesto os emplazo a visitarlos y degustar lo mejor de su cocina y conocer a sus propietarias, unas personas que ponen lo mejor de sí para elaborar unas recetas llenas de sabor y con la simpatía como ingrediente principal, ¡¡¡ muchas gracias a todas y os invito a una ricas casadiellas !!!El primero por orden de fecha ha sido el Premio Excellence otorgado por María E.g del blog Con Gorrito y Delantal
...y el segundo, The versatile Blogger se lo debo agradecer a Elisa de Que no te falte un perejil
... y el tercero, otro The versatile Blogger, concedido por Cocinando con Mandil
*Para 12 casadielles*
Para la masa
(La versión rápida es hacerlas con dos planchas de hojaldre ya elaborado)
100 ml vino blanco
50 gr de mantequilla derretida
50 gr de aceite de oliva
30 gr de manteca de cerdo a temperatura ambiente
1 yema de huevo
1 cucharada de postre de sal
1 cucharada de postre de levadura de repostería
50 gr de mantequilla derretida
50 gr de aceite de oliva
30 gr de manteca de cerdo a temperatura ambiente
1 yema de huevo
1 cucharada de postre de sal
1 cucharada de postre de levadura de repostería
400 gr aproximadamente de harina de repostería
Para el relleno
200 gr de nueces
80 gr de azúcar blanco
4 cucharadas soperas de anís
4 cucharadas soperas de agua
80 gr de azúcar blanco
4 cucharadas soperas de anís
4 cucharadas soperas de agua
Para freírlas
Aceite de oliva
1 cáscara de limón o naranja (o ambas)
1 caña de canela
1 estrella de anís
1 cáscara de limón o naranja (o ambas)
1 caña de canela
1 estrella de anís
Para rebozarlas
100 g de azúcar
1/2 cucharadita de canela molida
1/2 cucharadita de canela molida
Para preparar la masa
En un recipiente mezclamos el aceite, el vino y la sal, lo batimos con unas varillas hasta que emulsione un poco. A continuación agregamos la levadura química, la yema, la mantequilla derretida y la manteca a temperatura ambiente y seguimos batiendo.Añadimos la harina poco a poco hasta obtener una masa blanda pero que no se pegue a las manos. Puede ser que nos sobre o que falte un poco de harina, la cantidad es aproximada, depende de cómo absorba.
Extendemos la masa con un rodillo hasta obtener un grosor de un 1 cm. Doblamos la masa a la mitad y volvemos a doblar a la mitad de nuevo de forma que nos quede un cuadrado. Estiramos la masa y repetimos la operación 3 veces más. Las 4 vueltas del amasado son muy importantes para que la masa quede perfecta.
Doblamos la masa, cubrimos con un paño húmedo y dejamos reposar en un lugar fresco durante 2 horas.
Preparación del relleno
Trituramos la nuez en un mortero o con un robot de cocina. Le añadimos el azúcar, el anís y el agua poco a poco e integramos todos los ingredientes. Reservamos.Transcurrido el tiempo de reposo de la masa, la extendemos con un rodillo en láminas de 1/2 cm de grosor. Con un cuchillo hacemos rectángulos del tamaño que más os guste, yo los hice de unos 12x9.
En el centro de cada rectángulo ponemos una porción del relleno de nuez (como una croqueta) y doblamos los extremos hacia el centro, usando un poco de agua para que se peguen las dos partes de la masa. Cerramos los extremos presionando con un tenedor, de ahí que queden las rayas características de las casadielles.
Quitamos del aceite aromatizado la canela, el anís y la cáscara de limón. Dejamos templar unos 5 minutos.
Volvemos a calentarlo y freímos en él las casadielles, poniendo primero hacia abajo la parte donde se junta las dos partes de la masa, para que se sellen.
Freírlas a fuego medio para que la masa se haga bien por dentro y no se doren en exceso por fuera.
Una vez fritas las vamos colocando sobre un papel absorbente solo un instante y las pasamos por la mezcla de azúcar y canela para rebozarlas y seguro que alguna cae antes de que se enfríe del todo.
Para que se conserven crujientes, deberéis guardarlas en un recipiente cerrado (caja metálica por ejemplo) y en un lugar fresco y seco.
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