Sorpresas de alcachofas

Hay recetas que se van pasando por la familia generación trás generación normalmente envueltas en forma de excelentes y sabrosos guisos, también en dulces de temporada en los que suele participar gran parte de la familia, aunque este gesto, creo ha caído en cierto deshuso y habría que reivindicarlo sobre todo por parte de las abuelas que ellas si que conllevan gran parte de autoridad familiar, sobre todo si calzan bigote supralabial y babuchas del 40 y que conste que no era el caso de la mía, menudita ella aunque con un genio de metro noventa y pico. Pues la receta de hoy no es que la hayamos heredado de abuela alguna, pero si es de esos platos que llevamos haciendo desde siempre y que ha gustado hasta ahora a todo el que la ha probado, incluso a mis hijos que casi como todos no son muy aficionados a las verduras, las devoran al estar "camufladas" las alcachofas.

Una masa hojaldrada muy ligera que envuelve un relleno de sofrito a base de alcachofas, carne picada y un delicioso queso rallado que aporta jugosidad al conjunto.

En esta ocasión, he querido jugar con el nombre de la receta, y de la masa, he recortado un poco y la he moldeado como si fuese una alcachofa, dejando en el centro, la bola envolviendo el relleno. Es una masa muy moldeable que da bastante juego con otros tipos de rellenos.

De una forma u otra os las recomiendo, porque son un bocado exquisito, ligero y muy nutritivo.

Para la masa

250 gr aprox. de harina
150 gr de mantequilla
1 huevo
Pizca de sal
Chorrito de vino blanco o manzanilla de Sanlúcar

Para el relleno

Una lata de alcachofas en conserva
280 gr de carne picada mitad cerdo mitad ternera
1 ramita de perejil
30 gr de queso rallado
1 pizca de pimienta negra molida
3 dátiles picados
Aceite de oliva y sal

Para decorar
1 huevo para pintar

Piñones, sésamo...
Pimentón dulce

Comenzamos preparando la masa. Para ello, ablandamos la mantequilla y la mezclamos con la harina, la sal y el huevo ligeramente batido. Mezclamos y añadimos el chorrito de vino. La cantidad de harina que he puesto, se puede incrementar debido al tipo de harina y al tamaño del huevo, así que, añadiremos más cantidad de ésta si fuese necesario, hasta conseguir que no se pegue a las manos. Debemos obtener una pasta homogénea, la cuál envolveremos en un paño de cocina y dejaremos reposar media hora en un lugar fresco.

Para el relleno. En una sartén, añadimos 4 cucharadas de aceite de oliva y freímos la carne picada. Cuando esté dorada, la retiramos del fuego y dejamos enfríar.

Una vez frías, las salpimentamos, le añadimos el perejil picado, el parmesano, los dátiles picados y un chorrito de aceite. Removemos hasta mezclar bien. Picamos finamente las alcachofas y sumamos a la mezcla.

Extendemos la masa con ayuda de un rodillo de cocina y dividimos en 4 cuadrados.

Precalentar el horno a 180ºC, con opción arriba y abajo.

Rellenamos cada porción de masa con la mezcla de la carne colocando en el centro la misma.

Envolvemos la masa, montando las esquinas y apretando ligeramente para que no se abran al hornear.

Pintamos la parte superior de la masa con la yema del huevo batida y adornamos con unos piñones o semillas de sésamo, aunque yo suelo apartar un poco de masa para hacer unas flores que pongo sobre la parte superior a modo de adorno junto a unos piñones y espolvoreo con pimentón dulce y una pizca de orégano.

Sorpresas de alcachofas, detalle de la decoración antes de hornear

Disponemos las cuatro raciones en la placa de horno engrasada o con papel de horno con la parte plegado hacia abajo y dejamos hornear las sorpresas a 180ºC durante 20 minutos o hasta que la masa quede con un bonito color dorado. Fácil y deliciosas.

Servimos con rodajas de tomate aliñado, ensalada o como más me gusta a mí, con unos tomatitos cherry espolvoreados con sal gorda y asados en el horno mientras se hornean las sorpresas.

Para elaborar la receta en forma de alcachofa, tomamos uno de los cuadrados y lo envolvemos en forma de bola. Recortamos la masa con un cortapastas, pincelamos la bola de relleno con un poco de huevo batido y vamos "pegando" de forma alterna las hojitas de masa alrededor de la misma, siempre dando un poco de huevo batido para que queden bien unidas.

Para terminar procedemos de igual manera, pincelamos con huevo batido, adornamos con semillas y al horno durante 20 minutos a una temperatura de 180ºC.