Ha llegado el momento de llenar la despensa para el invierno. El fin del verano trae consigo la maduración de determinados frutos que encuentran en el otoño su máximo esplendor. ¿Quién no ha esperado con ganas a que llegara este mes de octubre para poder disfrutar de unas jugosas uvas o mandarinas? Aunque las frutas veraniegas tienen mucha fama debido a su variedad, las frutas de otoño tienen, en su mayoría, propiedades beneficiosas que preparan el cuerpo para afrontar con mayor protección los rigores del invierno, reforzando nuestro sistema inmunológico.
Además, raparecen en estas fechas algunas viejas costumbres y la recolección de los frutos maduros da paso a la elaboración de mermeladas, gelatinas o licores.
Pocas imágenes resultan más evocadoras de la rica belleza del otoño que las calabazas, una hortiliza que me ha gustado desde pequeño y que al estar vinculada además a la cercana festividad de Halloween la considero la verdura reina de esta estación y que tanto juego puede dar en la cocina tanto en elaboraciones saladas como dulces.
Pocas imágenes resultan más evocadoras de la rica belleza del otoño que las calabazas, una hortiliza que me ha gustado desde pequeño y que al estar vinculada además a la cercana festividad de Halloween la considero la verdura reina de esta estación y que tanto juego puede dar en la cocina tanto en elaboraciones saladas como dulces.
Y de dulce va la entrada de hoy, aunque en esta ocasión a la "reina del otoño" le acompaña otro fruto característico de esta estación y que es casi imposible encontrarlo fuera de temporada. Me estoy refiriendo al caqui o kaki, una especie originaria de Asia (China y Japón) que inunda los mercados llegado el mes de octubre y que tiene en la comarca valenciana de la Ribera del Xúquer una gran producción del cultivo de uno de los tipos de caquis más solicitados en la península, el Persimón. Si el caqui es conocido por su consumo con cucharilla en la máxima etapa de madurez, el Persimón es todo lo contrario. Es una forma de desarrollo diferente de esta fruta, ya que se recolecta antes de su madurez para almacenarlo de 2 a 4 días en unas condiciones controladas y poder disfrutar del mismo con idéntico sabor al kaki aunque con una consistencia más rígida, y así poder pelarlo y cortarlo como una manzana por ejemplo.
De pequeño no comíamos persimones en casa ya que su aparición en los mercados es relativamente reciente, pero sí los caquis a los que, cucharilla en mano, saboreábamos como auténticas golosinas.
Al tener un sabor neutro y levemente dulzón, la calabaza necesita contrapuntos intensos. Este es el motivo de hornearla y añadirle una mezcla de especias que le aportan ese "punto" tan delicioso. Además, el kaki le aporta mucha más jugosidad y color a este bizcocho.
Halloween y las calabazas
Aunque con muchos detractores todavía, pocas fiestas foráneas han arraigado tan deprisa en España como la de Halloween.
Aunque es una fiesta muy popular sobre todo en EE UU, la costumbre de horadar las calabazas haciendo caras e iluminarlas por dentro proviene de la comunidad irlandesa, que originalmente tallaba nabos, patatas o remolachas de gran tamaño para hacer unas linternas con las que evocar a un personaje de su folklore, Stingy Jack (Jack el miserable), que, para no pagar una cerveza, llegó a estafar al mismísimo diablo, y claro, al morir, no fue admitido en el cielo ni en el infierno, lo que le obligó a vagar en la noche oscura con la sola compañía de un carbón encendido para iluminar su camino. Para que la brasa no se apagara, la metió en un nabo agujereado a modo de linterna. En EE UU, los emigrantes irlandeses encontraron calabazas, más agradecidas para tallarlas, y recuerdan a Stingy Jack con ellas.
Ingredientes: (Molde de 24,5 cm de diámetro)
1 caqui o persimón maduro de 290 gr aproximadamente275 gr de calabaza
5 huevos
150 ml de aceite de girasol
230 gr de azúcar
330 gr de harina de repostería
10 gr de levadura
1 cucharada de especias surtidas (clavo, cardamomo, jengibre molido, canela, nuez moscada y anís estrellado)
1 puñado de nueces
1 puñado de pepitas de chocolate
Glaseado
200 gr de azúcar glas
Zumo de limón
Colorante naranja
Para decorar
Pipas tostadas de calabaza
Almendras fileteadas
Elaboración:
Asar en el horno la calabaza limpia de piel y semillas durante 20 minutos a 180ºC. Una vez la saquemos del horno, dejamos enfriar y la trituramos con el persimón al que previamente habremos retirado la piel.
Montar la claras de 4 huevos a punto de nieve añadiendo un poco de sal.
Batir las 4 yemas más 1 huevo entero junto al azúcar hasta obtener una masa cremosa. Unir a las claras montadas con movimientos envolventes hasta que ambas mezclas queden bien fusionadas.
Tamizar la harina junto a la levadura y las especias bien molidas. Ir agregando poco a poco a las yemas y claras hasta conseguir una mezcla homogénea. Incorporar la mezcla de calabaza asada y persimón.
Batir las 4 yemas más 1 huevo entero junto al azúcar hasta obtener una masa cremosa. Unir a las claras montadas con movimientos envolventes hasta que ambas mezclas queden bien fusionadas.
Tamizar la harina junto a la levadura y las especias bien molidas. Ir agregando poco a poco a las yemas y claras hasta conseguir una mezcla homogénea. Incorporar la mezcla de calabaza asada y persimón.
Enmantecar y enharinar el molde, añadiendo la mezcla antes preparada. Poner sobre la mezcla las nueces troceadas y las pepitas de chocolate.
Hornear a 180ºC durante 25-30 minutos, pinchando con un palillo para comprobar su cocción óptima.
Retirar del horno una vez en su punto y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
Retirar del horno una vez en su punto y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
Preparar el glaseado, añadiendo al azúcar glas, el colorante naranja y el zumo de limón poco a poco, hasta que nos quede bien espeso. Lo extenderemos por la superficie del bizcocho una vez se haya enfriado. Lo decoramos con las pipas tostadas de calabaza y las almendras fileteadas antes de que se seque. Es un bizcocho que va mejorando con el paso de las horas y queda muy jugoso, ademas el toque de las especias es exquisito.
Por cierto, las calabazas del atrezzo, como ya habréis podido intuir no son tal, son granadas que pinte con óleo y que ponemos en casa para la decoración de Halloween.
Otras recetas con calabaza ya publicadas:
Bocaditos de calabaza con chocolate blanco y nuecesBizcocho de calabaza con arándanos y nueces
Pumpkin pie
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